Como
a las cinco de la tarde
encuentro
sin vos soledades
persiguiendo
mi paciencia bajo el sol
hallándote
en cada nota musical.
Cómo
extrañar lo que no me pertenece
pretenderte
siempre ha sido mi defecto
incluso
desde aún antes de conocerte
deambulabas
por mi mente desequilibrándome.
La
conciencia de este sentimiento
tan
profundamente instalado en mí
provocando
la desinhibición de cada célula
estoy
seguro sería capaz de aniquilarme.
Certeramente
es posible morir de amor
casi
son las siete de la tarde; no estás
un
vacio inexorable se apodera de mí ser
mientras
poco a poco voy dejando de existir.
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