Tal
vez ha sido inventada
en
las páginas de algún cuento
inspirando
la llegada
de
animosos caballeros,
perdidos
en sus batallas
en
tu profunda mirada
en
tu oscuro laberinto
donde
no ha llegado Ariadna
sus
cuerpos ya sin sustento
desfallecen
cada día
enamorados
de tu aliento
sin
poder probar bocado
pues
tu voz ha hechizado
a
estos nobles caballeros
que
al ver tus ojos perdieron
la
noción de sufrimiento.
Así
en las noches cayeron
las
redondeadas cabezas
de
los hombres con sorpresa
que
intentaron liberarla
pues
la muerte no resiste
llevar
una alma al averno
y
sin dudarlo un momento
la
hoz probó sus gargantas.
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