Caen
las flores de aquel Ceibo
con
el viento de Diciembre
siempre
en busca del sustento
y
de enamorar este suelo.
Tiene
la flor de nuestra patria
con
cien años de su historia
sin
poder imaginar tantos matices
sin
poder ver cada recuerdo en sus raíces.
Con
su resquebrajada corteza
se
acerca a hablarme en silencio
con
secretos de sus hojas
y
misterios de otros tiempos.
Para
llegar a la Paz
debes
quedarte muy quieto
viendo
la vida pasar
siendo
parte de la vida.
Para saber lo que es amar
debes
de dar en silencio
sin
pedir lo que no dan
recibiendo
todo el cielo.
Si
es que aprendes a observar
no
serás distinto al Ceibo
bajo
el sol o cada luna
aprenderás
de los hechos.
La
naturaleza nos enseña
en
los árboles y mares
en
los cielos con sus aves
que
vivir es algo simple
sin
lugar a vanidades.
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