Me
propuse este día
escribir
un poema
sin
caer en vanidades
ni
de amores o de locura.
Sentarme
con esta música
las
palabras que me lleven
y
quizás tu voz, en silencio
con
tu rostro acompañándome.
Mientras
la inspiración se acerca
el
aroma a café inunda el cuarto
me
trasporta sin saber de mis sabores
abrazando
mis sentidos más presentes.
Ambas
manos se perfuman, intenso
sabor
extremo de selva, de tierra
develan
el encanto, la sutileza
todo
el poder dentro del grano.
Ya
presente entre mis labios
vuelvo
a tenerte presente
junto
al café de mi mano, tú
recorriendo
todo mi interior.
Imposible
salvar los cuerpos
cuando
el calor es tan intenso
hoy
no queremos sobrevivir
solo
quemarnos lentamente.
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