Cuando
tu palacio se esfuma entre las flores
cuántas
mariposas puede traer la primavera
y
tus ojos tras el sol llamando girasoles
que
voltean a mirarte cada amanecer
cuando
el viento invoca tu presencia
las
aves me persiguen susurrándome
tu
nombre que entrelaza los caminos
que
me llevan a encontrarte.
Cada
mañana yo te nombro
grito
a las nubes pidiendo por ti
que
regreses, que sobrevivas
un
días más entre mis brazos
porque
el sol ya no ilumina los jardines
los
tulipanes no perfuman los retratos
colgados
por toda la habitación
a
oscuras entre paredes rosa pastel
es
que ya me cuesta tanto recordarte
entre
el desvarió de pensar que no existías
siempre
a las once de la noche
recostado
con un ramos de fresias entre las manos
y su
aroma, su inconfundible aroma
es
que vuelvo a recordarte, a sentirte en este cuarto.
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