Un
día nacerá la redención
el
perdón de los pecados
del
destierro en la pasión
y
el dolor de haber amado.
Llega
un tiempo de despertar
de
soltar nuestro rencor
aceptar
la luz del sol
soltar
las alas y soñar.
Nada
quedó por decir
todo
el amor sobre la mesa
al
escribir la renuncia
la
firmamos con el alma.
Siempre
eternos de la vida
en
las palabras la sonrisa
entre
lo malo el deseo
de
siempre un día mejor.
Queda
latiendo el silencio
una
historia memorable
dos
ángeles reunidos
separados
para amar.
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