Su
voz muda de suspiros
el
caminante sin luz
llega
con su sed de mártir
dejando
un abrazo desierto.
El
caos brilla en sus ojos
y
una vida mutilada
cicatrices
de su biografía
nadie
ha de saber su nombre.
Temen
almas enlazadas
temen
la inobjetable llegada
temen
todos los amantes
temen
que finalice el amor.
Nadie
ha de saber su nombre
ni
lo han visto deambular
solo
notan su presencia
cuando
se acerca el final.
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