Es un atardecer en medio día,
un amanecer nocturno,
es una daga en el vientre
que se inunda en lo profundo.
Es caminar por el Estigia
entre los mares de almas
susurrando sin palabras
lo que hace falta a la almohada
Es como una muerte lenta,
como un vivir sin ganas,
ese momento en que somos
lo más parecido a la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario