Solo doce lunas separan
tu palacio de mi espejo,
donde mis notas tu reflejo
colman de tinta la cama.
Escribiendo se proclama
este amor en el Averno,
que asesino nuestras alas
con aromas de destierro.
Así entre cerca y muy lejano
tu reino se va esfumando
entre tus manos que lloran
el infierno de mis labios.
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