Es un conjunto de letras envenenadas de amor, una descripción perfecta y mágica de nuestras más profundas pasiones.
Es la mano que el hechizo llevó a tocar esa puerta cerrada, oculta, destinada a llegar a cada sinapsis que se produce en nuestro cerebro.
Es el tic tac eterno de un reloj inmóvil detenido sobre la pluma del escritor.
Es simplemente la extensión de mi mano que llega a tu mirada, soy yo tocando tu puerta, permaneciendo contigo en la eternidad de tu alma
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