Con mis ausencias de ti me fui durmiendo en la niebla,
caminé más de 25 noches en vigilia
y apacigüé mi cansancio soñando en tu pecho,
hablando en silencio de amores eternos.
Resolvimos un puente entre tu sueño y mi sueño
nos devolvimos la vida que se escapaba en el tiempo,
recorriendo los cuerpos como animales hambrientos
volviéndonos locos, dos monstruos de un cuento.
Mortales encantos princesa de hierro
que vieron mis manos cubiertas de negro,
sangrando tus lagrimas
muriendo por dentro.
Cambiamos el mundo llegando tan lejos
morimos desnudos pisando este suelo.
una tierra sin alas de la luna el reflejo
en los mares profundos de tus más oscuros secretos.
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