Peinar el cabello de tu miel
es un destino incierto;
clandestino, vacío de sabor.
Invernando las razones
debajo de las alas rotas;
definidas por ese mito,
azaroso, crudo de verdad,
mientras la reina del trigo;
sobre su coraza rodante;
estremecerá los silencios
de un ayer soleado, de primavera,
entre los peces voladores
de un acuario sin cristales,
sin lamentos, sin límites.
El sabor de la libertad,
tocará tus puertas
cuando encuentres el valor,
de saltar a mis manos
donde el corazón de tus ojos,
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