El
candado de mis incertidumbres
abrió
fielmente a tus tentaciones
por
la mañana sombría, huiste
buscando
en mi placar vacío
solo
tu perfume inundó mi calma.
Saqué
de mi bolsillo tus mentiras
sobre
la mesa fui devorándolas
esparcí
cenizas de aquel abrazo
lloré
tristemente tu presencia lejos
estás
en mí y contigo solo un momento.
Llovía,
segundo lunes de Abril
en
el sótano de mi alma
lágrimas
azules recuerdan tu piel
recorren
mis pensamientos
extraño
el silencio, la paz, tus alas
noctámbulo
insomnio de tu recuerdo.
Imagino
el crepúsculo de tu vuelta
reclamo
al tiempo un suspiro
no
tendrás de mí los rezagos
el
amor que nos incendia
permanecerá,
esperará mi ausencia
porque
yo no puedo estar aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario