Presiento
que existen
invisibles
hilos;
me
recorren,
me
unen al ordenador.
Alguien
prefiere decir,
es
una adicción;
investigo
mi salud
un
virus informático.
Desde
la pantalla a mi mente
penetrando
en mi sistema;
los
anticuerpos absortos
hacen un nuevo amigo.
Al
cambiar mi realidad
debería
de aceptarme;
yo
soy el virus
que
invadió sus vidas.
Repliqué al infinito
propagando la infección;
incremento de temperatura
que libera la pasión.
Parecías rendida
incendiando cada célula
siempre fuiste la vacuna
que curó mi enfermedad.
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